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"MI TIO" ("MON ONCLE") DE JACQUES TATI
(demasiado antiguo para responder)
Anraman
2003-08-08 14:03:47 UTC
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En vista de que ninguno de los asistentes a la quedada se anima a publicar
nada sobre esta peli, lo haré yo. Trataré de no aburrir demasiado y de
animar a que la gente vaya a verla. Vaya por delante que de Tati sólo había
visto hasta ahora la estupenda "Día de fiesta".

Vaya por delante una pequeña ficha técnica, más que nada para encuadrar un
poco la peli:

Título original: MON ONCLE
Francia, 1958.
Dirección: Jacques Tati
Guión: Jacques Tati & Jacques Legrange
Música: Alain Romans & Franck Barcellini
Fotografía: Jean Bourgoin
Reparto: Jacquest Tati (Monsieur Houlot), Jean-Pierre Zola (Monsieur Arpel),
Adrienne Servantie (Madame Arpel), Alain Bécourt (Gerard Arpel), Lucien
Fregis (Monsieur Pichard), Betty Schneider (Betty, la hija del casero),
Yvonne Arnaud (Georgette, la doncella).

Empezaré diciendo que la película es de lo más divertida, y resulta ser de
un humor bastante visual. He leído por ahí que Tati es único en su género,
pero yo creo (no soy el único) que algo bebe del "slapstick". Hay poco
diálogo, pero con todo no es una película muda, si bien el protagonista,
Monsieur Hulot, interpretado por el propio Tati, creo que solo dice una
frase en toda la película: un entusiasta "Ça va!" al sentarse a la mesa con
su cuñado cuando no está el horno para bollos :-). Además hay que decir que
el sonido está muy trabajado.

La historia (con una música estupenda) comienza un tranquilo barrio popular,
que parece que haya sido igual toda la vida: los perros andan sueltos y
libres y los niños también, no hay tráfico, los vendedores del mercado
callejero pregonan su mercancía a gritos, y siempre hay gente por la calle.
Los enfados se arreglan en el bar, probablemente delante de unas copas y
cualquier excusa vale para entablar conversación. Aquí es donde vive M.
Houlot, siempre con su gabardina, su paraguas y su pipa, que cada dos por
tres descarga de tabaco golpeándola contra la suela de su zapato. Tranquilo,
poco hablador pero simpático, algo torpón, pero dotado de un notable sentido
práctico, M. Houlot resulta ser (nunca mejor dicho) todo un personaje, y
está genialmente interpretado por Tati, que domina la mímica de forma forma
asombrosa (y muy divertida).

Por su parte, la hermana de M. Houlot vive, con su marido M. Arpel y su hijo
Gérard en un barrio residencial. La casa de los Arpel es muy moderna y desde
la cocina (que parece un laboratorio) hasta el jardín (que parece una
pintura de vanguardia) todo es de diseño "último grito" y tiene los últimos
adelantos de la tecnología. M. Arpel es uno de los jefecillos de una fábrica
de mangueras, también muy moderna. El muchacho, Gérard, se aburre
enormemente en ese entorno de modernidad y sólo se lo pasa bien cuando su
tío va a buscarle al colegio y se lo lleva a su barrio.

Y aquí tenemos los dos mundos entre los que se mueve M. Houlot. Ni que decir
tiene que en cuanto asoma por el entorno "industrial" de la familia de su
hermana, bien a su casa, o bien a la fábrica donde se empeña su cuñado en
meterle a trabajar, parece que se encuentre en otro planeta, y se mete en
embrollos de lo más surrealistas. Pero que nadie se llame a engaño: esto no
es "La ciudad no es para mi". Houlot no será muy moderno, pero le sobra
sentido común; la simpatía de Tati por el barrio popular y los que lo
habitan es evidente, y en lo que se refiere al barrio "moderno" y al modo de
vida en el mismo, lo satiriza con notable desparpajo.

En cuanto a la dirección, el caso es que cuando una peli te atrapa no te
fijas mucho, demasiado atento estás de las evoluciones del simpar M. Houlot,
pero en todo caso resulta casi asombroso (para alegría del Pascual) que no
hay ni un solo primer plano; además, en las escenas del barrio de M. Houlot
no hay ni un solo plano interior (supongo que para dar más énfasis a que en
ese barrio se vive en la calle). Algunas secuencias se nota que están muy
trabajadas, no hay más que ver la fiesta en el jardín de los Harpel, donde
M. Houlot hace una detrás de otra, y los movimientos de los invitados junto
con las mesas y las sillas son casi un ballet! Llama la atención el hecho de
que aparecen muchos personajes en muchas secuencias, y el resultado es más
que notable; en lo que se refiere al barrio de M. Houlot la acción en los
fondos está cuidadísima, y de esta manera Tati consigue dar la impresión de
un barrio "vivo", tal vez estas sean las mejores secuencias de la película,
y me da la impresión de que si en las secuencias del mundo "industrial" Tati
pone su pericia, en las del barrio, además, pone un especial cariño.

Mención aparte el sonido, cuidadísimo: desde el ruido de la pipa al golpear
en la suela de Houlot y el ruido del agua que sale de la escultura del pez
que tienen los Harpel en el jardín, hasta los ruidos de la fábrica,
incluyendo el ruido de los tacones de la secretaria, que casi parece un
reloj. Y divertidísimo el detalle de los ruidos de las máquinas de la cocina
cuando Madame Harpel se la enseña a sus invitadas, ruidos que harían las
delicias de un compositor de música industrial.

Contaría más cosas sobre la película, pues detalles tiene muchos, como el de
los famosos ojos de la casa (lo que quiso hacer Hitchcock en una película y
no pudo), o de como Houlot esquiva y no esquiva al mismo tiempo al
barrendero charlatán, pero creo que es más que suficiente y no voy a
desvelar todos los "gags", pues además son visuales y contarlos no tiene
demasiada gracia. Sólo animar a los lectores de Madrid y Barcelona (en otros
sitios no está, desgraciadamente) a que vayan a verla si es que no lo han
hecho, puedo garantizar que pasarán un buen rato.

Ah, por cierto, que vaya poster tienen en la IMDB de esta peli, de verdad
que no habría una mejor manera de hacer un resumen de esta película con una
sola imagen que con este póster:

http://spanish.imdb.com/Posters?0050706

saludos,

Anraman
Biscuter
2003-08-08 14:53:48 UTC
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Post by Anraman
Empezaré diciendo que la película es de lo más divertida, y resulta ser de
un humor bastante visual.
A mí me pareció una delicia de película, me gustó más que la anterior
de "Las vacaciones de M. Hulot" (que también era divertida). Como anécdota,
recuerdo que cuando fui a verla en la sala había muchos niños de entre 8 y
12 años, que lejos de joder al personal, estaban encantados con la película.
Curioso, para ser francesa y en V.O. (aunque apenas haya diálogos). Debería
haber más padres así en cualquier caso, que lleven a los niños a ver Hulot y
no a Pocholo.
Post by Anraman
La historia (con una música estupenda) comienza un tranquilo barrio popular,
que parece que haya sido igual toda la vida: los perros andan sueltos y
libres y los niños también,
Un detalle que me gustó mucho es que empieza precisamente con el perro
"burgués" con su ridículo jerseicito de lana a cuadros que se escapa con sus
amigos perros "populares", que le esperan en la puerta, igual que hará el
niño más tarde, con Hulot como nexo entre los dos mundos.
Post by Anraman
En cuanto a la dirección, el caso es que cuando una peli te atrapa no te
fijas mucho, demasiado atento estás de las evoluciones del simpar M. Houlot,
pero en todo caso resulta casi asombroso (para alegría del Pascual) que no
hay ni un solo primer plano;
Además de eso, a mí lo que me pareció es que Tati tiene muy buen ojo
para la composición y el encuadre. Su humor, como dices, es eminentemente
visual, pero en lugar de recurrir a un montaje atropellado o atiborrarnos de
planos detalle, juega mucho con las acciones en segundo término (como la
estupenda secuencia de la fiesta que citas o el chorro que aparece tras la
verja cada vez que alguien llama a la puerta, la farola temblando cuando
alguien se pega con ella...) y el ritmo interno de cada plano, con unos gags
milimétricamente estudiados en ese sentido. También usa muy bien el sonido.
Los diálogos de los personajes, que a Tati le parecen irrelevantes, apenas
si son audibles, pero el estruendo de las máquinas, el bullicio del barrio,
los ladridos de los perros, las puertas, tienen un protagonismo inusitado
que el sonido remarca muy bien.



además, en las escenas del barrio de M. Houlot
Post by Anraman
no hay ni un solo plano interior (supongo que para dar más énfasis a que en
ese barrio se vive en la calle).
Sí, genial en ese sentido el plano de Hulot llegando a su piso,
atravesando todo el edificio.

Algunas secuencias se nota que están muy
Post by Anraman
trabajadas, no hay más que ver la fiesta en el jardín de los Harpel, donde
M. Houlot hace una detrás de otra, y los movimientos de los invitados junto
con las mesas y las sillas son casi un ballet! Llama la atención el hecho de
que aparecen muchos personajes en muchas secuencias, y el resultado es más
que notable; en lo que se refiere al barrio de M. Houlot la acción en los
fondos está cuidadísima, y de esta manera Tati consigue dar la impresión de
un barrio "vivo", tal vez estas sean las mejores secuencias de la película,
y me da la impresión de que si en las secuencias del mundo "industrial" Tati
pone su pericia, en las del barrio, además, pone un especial cariño.
Completamente de acuerdo.
Post by Anraman
Mención aparte el sonido, cuidadísimo: desde el ruido de la pipa al golpear
en la suela de Houlot y el ruido del agua que sale de la escultura del pez
que tienen los Harpel en el jardín, hasta los ruidos de la fábrica,
incluyendo el ruido de los tacones de la secretaria, que casi parece un
reloj. Y divertidísimo el detalle de los ruidos de las máquinas de la cocina
cuando Madame Harpel se la enseña a sus invitadas, ruidos que harían las
delicias de un compositor de música industrial.
Contaría más cosas sobre la película, pues detalles tiene muchos, como el de
los famosos ojos de la casa (lo que quiso hacer Hitchcock en una película y
no pudo), o de como Houlot esquiva y no esquiva al mismo tiempo al
barrendero charlatán, pero creo que es más que suficiente y no voy a
desvelar todos los "gags", pues además son visuales y contarlos no tiene
demasiada gracia. Sólo animar a los lectores de Madrid y Barcelona (en otros
sitios no está, desgraciadamente) a que vayan a verla si es que no lo han
hecho, puedo garantizar que pasarán un buen rato.
En Madrid, al menos, también está estrenada la anterior del mismo
personaje: "Las vacaciones de M. Hulot". El estilo es el mismo, aunque a mí
me parece más lograda "Mi Tío".

Un saludo,
Biscuter
pabloMad
2003-08-08 15:23:30 UTC
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El viernes 8 Aug 2003 16:53:48 +0200, la inspiración le impulsó a
Post by Biscuter
pero en lugar de recurrir a un montaje atropellado o atiborrarnos de
planos detalle, juega mucho con las acciones en segundo término (como la
estupenda secuencia de la fiesta que citas o el chorro que aparece tras la
verja cada vez que alguien llama a la puerta, la farola temblando cuando
alguien se pega con ella...) y el ritmo interno de cada plano, con unos gags
milimétricamente estudiados en ese sentido. También usa muy bien el sonido.
Tati era casi enfermizo en la planificación de las secuencias, y en
Playtime (que también ponen ahora en el Verdi de Madrid) esa obsesión
está exacerbada hasta límites insospechados (lo que en suma le arruinó,
pues para controlar todo el rodaje, todos los ángulos, todos los
complicadísimos planos secuencia, se hizo construir unos decorados que,
unidos a las semanas y semanas de montaje de los mismos y de rodaje, al
final fueron económicamente su perdición, pues Playtime fue un
estrepitoso fracaso comercial... en su tiempo).

En cuanto a lo del sonido, me ha gustado mucho lo que escribís los dos,
Anraman y tú: pues si Tati es un gran deudor del cine cómico mudo
clásico (no sé en qué orden hay que poner estos tres adjetivos :-), usa
las ventajas del sonoro no tanto por la comicidad de los diálogos, sino
por la de los ruidos de fondo hilarantemente subrayados o exagerados.
--
pabloMad
"-Es gracioso, dijo el camarero, cuando el termómetro alcanza los
cuarenta a la sombra, se habla a menudo de la época glaciar."
(Marguerite Duras: "El marino de Gibraltar")
ACEGE
2003-08-09 09:20:14 UTC
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Post by pabloMad
Tati era casi enfermizo en la planificación de las secuencias, y en
Playtime (que también ponen ahora en el Verdi de Madrid) esa obsesión
está exacerbada hasta límites insospechados (lo que en suma le arruinó,
pues para controlar todo el rodaje, todos los ángulos, todos los
complicadísimos planos secuencia, se hizo construir unos decorados que,
unidos a las semanas y semanas de montaje de los mismos y de rodaje, al
final fueron económicamente su perdición, pues Playtime fue un
estrepitoso fracaso comercial... en su tiempo).
La he visto el pasado jueves, aprovechando un viaje de trabajo a Madrid, y
pese a esa aureola de fracaso que le rodea, he quedado muy gratamente
sorprendido por ella (era el único Tati que me faltaba por ver), sobre todo
porque siempre he considerado (y lo mantengo) de que el "Tío" tan bien
comentado por Anraman es una impresionante (por lo equilibrada) obra de
transición entre el Tati costumbrista, rural, cálido, fino observador de los
personajes de su entorno de "Fiesta" y "Vacaciones", y el Tati urbano, frío,
ultramoderno, perdido en un laberinto de vehículos, objetos, edificios,
stands y asfalto (que adquieren un protagonismo que subraya su efecto
deshumanizador) de "Playtime" y "Trafic". Como ya comenté en la quedada, mi
Tati preferido es el primero, que me resulta mucho más entrañable, mientras
que el segundo, pese a mi reconocimiento de la perfección de algunos de sus
gags, me deja más indiferente.

De ahí que me guste mucho más la mitad "cálida" de "Mi Tío", la deudora de
sus dos primeros trabajos, ya que el barrio en el que vive Hulot es un
microcosmos tan bullicioso, luminoso y festivo como el de los pueblecitos en
los que transcurren los mismos, con sus personajes característicos (el
barrendero, el verdulero, la patrona de la pensión, su hija, los golfillos,
etc.) y su vitalidad optimista (véase la pelea que termina en amistad, con
la intervención de una taberna de por medio), que la segunda, la
representada por la fábrica y la casa de los Arpel, en donde la mecanización
(incluso a nivel del hogar) ha ganado decididamente la partida al elemento
humano (de ahí la nula relación de Gerard con sus padres), sirviendo de
preludio a las dos obras finales del genio galo, que se sumergen
decididamente en esa opción. Una opción que afecta incluso a la puesta en
escena del realizador, que se hace más rebuscada, más artificial, más
compleja y mucho menos natural para mi gusto, quizá por mimetización del
mundo mecanizado en el que se desenvuelve. La trayectoria de Tati en sus
cinco películas ("Parade" es un trabajo televisivo) es una evolución desde
la frescura de la comicidad de "Fiesta" hasta la ritualización excesiva del
humor de "Trafic", sin duda su peor obra, con "Vacaciones" y "Playtime" como
cumbres en cuanto a madurez cinematográfica de ambos extremos, en donde "Mi
Tío" representaría el fiel de la balanza, de perfecto equilibrio,
equidistante de ambos.

La visión de "Playtime" no ha cambiado esa percepción personal, pero sí
introduce un elemento discordante en ella debido a que la película (cuya
duración original tenía media hora más de metraje, nada menos, que parece
haberse perdido para siempre), como esperaba, opta en su primera parte por
zambullirse en un gigantesco laberinto de cristal y hormigón parisino
desarrollando una comicidad en la línea de la mitad "deshumanizada" de
"Tío", pero yendo incluso mucho más allá en su crítica de la misma, así como
en la teatralización (desde el punto de vista de pérdida de naturalidad) y
excesiva elaboración del gag (compárese la magnífica utilización de la
fachada del vetusto alojamiento de Hulot en "Mi Tío", digna de la célebre
"13 Rue del Percebe", con la fachada acristalada de los dos salones adjuntos
contemplados nocturnamente desde el exterior en "Playtime" en lo que
constituye un gag alargado y artificioso en exceso de inspiración
hopperiana) ; pero sin embargo, en su segunda parte, centrada en la caótica
inauguración del restaurante "Royal Garden", prescinde de esa comicidad
cansinamente mecánica, ritual, que deja en evidencia los engranajes de su
maquinaria de forma un tanto forzada, para pisar el acelerador y ofrecer un
auténtico tour de force que para mí constituye sin duda no sólo el pasaje
más desternillante y magistral jamás filmado por Tati, sino también una de
las cumbres universales de la comedia cinematográfica, comparable en toda
regla a las cimas del screwball de Lubitsch, Wilder, Hawks o La Cava : Un
auténtico prodigio de alta comedia que sustituye el pausado minué
característico del humor de Tati por el enloquecido jazz que no en vano se
baila en la pista del establecimiento, con una apabullante progresión del
ritmo narrativo y un férreo control de la articulación de planos generales y
planos secuencia propios de un maestro.

No es extraño por tanto que Tati considerara a "Playtime" su mejor film,
consideración que comparto en su segunda mitad pero no así en la primera,
que se contagia de la frialdad del entorno sacrificando la emoción en aras
del rigor matemático, anteponiendo el escenario a las personas. El Tati que
yo admiro (ahora mucho más que nunca, tras la revisión de "Tío" y el
descubrimiento de "Playtime", irregular pero aún así magistral) es el que es
capaz de extraer poesía de una farola, mediante una bellísima metáfora
visual que usa la plantita dejada por Hulot en la caja del regalo a Bárbara
para sugerirnos una nueva mirada sobre ese anodino elemento del mobiliario
urbano. Quizá por eso al final me siga quedando con "Vacaciones" como mi
favorita entre sus películas, menos elaborada pero más humana, e inspiradora
en cierto modo de ese "Novio a la Vista" berlanguiano por el que ya he
mostrado en este foro mi predilección, lo cual también es un tanto a su
favor.
Post by pabloMad
En cuanto a lo del sonido, me ha gustado mucho lo que escribís los dos,
Anraman y tú: pues si Tati es un gran deudor del cine cómico mudo
clásico (no sé en qué orden hay que poner estos tres adjetivos :-), usa
las ventajas del sonoro no tanto por la comicidad de los diálogos, sino
por la de los ruidos de fondo hilarantemente subrayados o exagerados.
Ese elemento (al igual que el tratamiento del color, por ejemplo) es uno de
los que hacen de Tati no sólo un mero calcador de los logros de genios del
mudo (con los que obviamente tiene deudas palpables) sino un innovador de la
comedia y un cineasta rabiosamente moderno a mi entender, cuyo carácter de
islote solitario dentro del cine de su país no debería mantenerle tan
injustamente en la sombra como ha permanecido durante demasiados años ya (no
digamos en nuestro país). Ojalá este cincuentenario de Hulot contribuya a
hacer justicia con un genio inmenso, no ya a través de gestos más simbólicos
que otra cosa en un par de capitales, sino de la distribución de su obra a
nivel general en DVD y una mayor atención de publicaciones y editoriales
patrias sobre su figura. A tal efecto recomiendo la muy notable monografía
de Carlos Cuéllar aparecida como número 47 de la Colección Cineastas de
Cátedra, única disponible en nuestro país sobre el realizador galo junto con
otra de Ediciones La Mirada que, al menos en un vistazo que le di en la
librería, parece mucho más farragosa (típico de la editorial) y desde luego
de aspecto más cutre.

Acege

pabloMad
2003-08-08 15:13:45 UTC
Permalink
El viernes 8 de agosto de 2003, a las 16:03:47 +0200, la inspiración le
Post by Anraman
[...]
Vaya por delante una pequeña ficha técnica, más que nada para encuadrar un
Título original: MON ONCLE
Francia, 1958.
Dirección: Jacques Tati
[...]
Muchísimas gracias, Anraman, por el esfuerzo y sobre todo por la
celebración de cine que supone tu artículo.

Tengo un cabreo impresionante porque uno de mis lectores de noticias se
ha tragado miles de mensajes, algunos de ellos incluso míos; pero sobre
todo por la ola de calor que parece que nos reblandece el cerebro. El
cine es una fiesta, y la cinefilia un estado de gracia y no una
erudición de la que sea preciso jactarse displicentemente como condición
para disfrutar. Me ha gustado mucho, en este estado canicular de las
cosas, que tú escribas desde la diversión, desde los gozos y no desde
las sombras, en la que están sumidos los archivos de la historia

(ay, que mi pensamiento parece el aluminio fundido de la terminátrix!)

Afortunadamente, así también lo entienden muchos cineastas: el cine como
vida, no como retahíla. Tati está vivo, pues: sus películas no son una
lista, sino un disfrute. Viva Tati.

A todo esto, mi amiga ... ... me manda un mail en el que me dice que ha
dejado un poco apartada la escritura de ... ... y me habla de sus
salidas nocturnas, de sus viajes, de sus nuevos proyectos, de nuestras
niñas. Cuando hablamos de cine, ella lo hace más como parte de su gozosa
experiencia vital que desde ninguna autoridad falsamente condescendiente
desde la que sentar cátedra, y su actitud lúdica es contagiosa.

Así que felices vacaciones, por si se me olvida decirlo un día de éstos,
y pordiós, que refresque, si es que es eso lo que.
--
pabloMad
"-Es gracioso, dijo el camarero, cuando el termómetro alcanza los
cuarenta a la sombra, se habla a menudo de la época glaciar."
(Marguerite Duras: "El marino de Gibraltar")
Anraman
2003-08-08 15:33:28 UTC
Permalink
El cine es una fiesta, y la cinefilia un estado de gracia y
no una erudición de la que sea preciso jactarse displicentemente como
condición para disfrutar. Me ha gustado mucho, en este estado
canicular de las cosas, que tú escribas desde la diversión, desde los
gozos y no desde las sombras, en la que están sumidos los archivos de
la historia
Joer, esto me ha llegado, muchas gracias, Pablo.

saludos,

Anraman
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